Mi veredicto es que gana «Interstellar» (por goleada).
Y ya si la hubiera dirigido Spielberg (como parece que era lo que en principio habrían planeado los productores) es que sería obra maestra.
«Arrival» no es mala película, es buena (por un pelo). La historia es buena, está razonablemente bien contada, los actores tienen un pase, pero la ambientación y la música son malas, en el sentido que siempre apunto cuando me planteo una crítica, es decir, que quiere ser y no llega ni por asomo, lo que alguien podría calificar como «pretencioso».
La verdad es que el primer visionado de «Arrival» engaña, porque al querer contar algo lioso y darte por enterado te hace sentir mejor contigo mismo (eso es, que está bien contada, ya lo he dicho antes) pero solo me hizo falta ver un truño como «Sicario» del mismo director para darme cuenta de que no, que entonces no cuela.
Y sin embargo, ahí tenéis al Nolan, enrevesándolo todo innecesariamente, como siempre, que «Interstellar» es una historia tan cojonuda (la principal, lo accesorio de Nolan que se lo quede él) y todo está tan finamente hilado por Kip Thorne que se sale.
Luego ya le ponemos la música del Dios de los compositores actuales, el gran gran Hans Zimmer y claro, se la come con patatas.
Película de ciencia ficción con muchísima ciencia, entretenimiento y emoción vs película de pseudociencia wrara.
P.D. No voy a matar a Matthew McConaughey, aunque se va en algunos momentos a la sobreactuación de los últimos tiempos, porque al final se contiene y se parece un poco al de «Contact» (esta sí, obra maestra, casi total y absoluta).