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Libro «Helgoland» de Carlo Rovelli

El mejor libro sobre mecánica cuántica que he leído.
Carlo Rovelli es muy buen divulgador. Cuenta cosas de lo más avanzado con un estilo sencillo y ameno. Ya me había sorprendido muchísimo «El orden del tiempo» o cómo desconstruir el concepto del tiempo para luego reconstruirlo (la desconstrucción es absolutamente razonable y la reconstrucción un poco más polémica (tanto que para mí todavía sigue desconstruido)).
Lo que más me gusto de «Helgoland» es el tratamiento del tema de forma histórica. Siempre he sido muy favorable a este tipo de enseñanza: por orden cronológico. Siempre he propugnado enseñar matemáticas tal y como se aprehendieron y no «a posteriori» como es lo usual.

«En el verano de 1925, un joven alemán de 23 años (Werner Heisenberg) fue a pasar unos días de inquieta soledad a una ventosa isla del Mar del Norte: Helgoland, la Isla Sagrada».

En ese momento, según Bohr, «los electrones en los átomos orbitaban en torno al núcleo solo en determinadas órbitas concretas, a determinada distancia concreta del núcleo, con determinada energía concreta, después saltarían mágicamente de una órbita a otra». Heisenberg «reemplaza las variables físicas por tablas que tienen la órbita de partida en las filas y la órbita de llegada en las columnas». (Y llegamos a mis temidas matrices de Jordan (por esto tuve que hacer un montón de exámenes de «algebra» en primero)): «la tabla que corresponde a la energía solo tiene números en la diagonal, y estos serán las energías de las órbitas de Bohr». («Pascual Jordan quedó fuera de los reconocimientos pues había mostrado demasiada lealtad a la Alemania nazi, y los hombres no reconocen méritos a los vencidos»).

«La tesis de De Broglie estudia la idea de que partículas como los electrones pueden ser en realidad ondas». «El electrón es una onda, eso es todo».
«Born comprende que el valor de la onda Psi de Schrödinger en un punto del espacio determina la probabilidad de observar el electrón en ese punto». «La onda Psi evoluciona en el tiempo siguiendo la ecuación escrita por Schrödinger, solo hasta que la miramos. Cuando la miramos, ¡zas! se concentra en un punto, y ahí vemos la partícula».
«La granularidad es el tercer ingrediente conceptual clave de la teoría cuántica, junto con la probabilidad y las observaciones. Filas y columnas de las matrices de Heisenberg corresponden directamente a los valores granulares únicos, o, como se dice, discretos, que la energía toma».

«XP – PX = iħ: una curiosa ecuación. Dice que multiplicar la posición por la velocidad es diferente a multiplicar la velocidad por la posición».

Luego se habla en el libro de las diferentes interpretaciones de la mecánica cuántica (lo más divertido del libro, la verdad):
«Muchos mundos: hay una infinidad de otros mundos paralelos, igualmente existentes, igualmente reales, donde hay una infinidad de copias de mí que experimentan toda clase de realidades alternativas».

«Variables ocultas: la onda Psi de un electrón es una entidad real, como en la interpretación de muchos mundos; pero además de la onda Psi, existe también el electrón efectivo: una verdadera partícula material, que siempre tiene una posición definida».
«Colapso físico: podría existir un proceso físico real, independiente de nuestras observaciones, que sucede espontáneamente, de vez en cuando, e impide que la ecuación de onda se disperse y se colapse».

Otro día sigo con más subrayados.